Enseñanza
relega la memorización en favor de las competencias
La Generalitat ya ha evaluado este curso a los alumnos
por competencias
Para
aprender música un alumno puede memorizar las notas o crear su propia pieza. Y
para enseñar valores cívicos se puede dar la típica charla o hacer que los
alumnos reflexionen. En el instituto Quatre Cantons de Barcelona optaron por las segundas
opciones y fusionarlas en un proyecto: crear un rap en contra de la violencia
machista. “Habíamos trabajado los ritmos corporales y les planteé hacer un rap
sobre un tema que creía que había que poner sobre la mesa”, explica Oscar
Altide, profesor de música. Con una iniciativa como esta, los alumnos no
aprenden solo una cosa, sino que desarrollan sus capacidades o competencias
artísticas (como creadores de música), comunicativa (al escribir la letra),
digital (las bases musicales se crearon por ordenador) y la humana (reflexionan
sobre el respeto y la convivencia).
Esta forma
de estudiar es la que se conoce como trabajar por proyectos –en sustitución de
las asignaturas convencionales-, que es la base de la enseñanza por
competencias, un modelo que tiene como objetivo que los alumnos no solo
acumulen una ristra de datos y conocimientos durante su vida escolar, sino que
sepan aplicarlos en la vida cotidiana y que se desarrollen como personas
independientes y críticas. “Además de aprender cómo es una fracción o un
quebrado, los alumnos tendrán que ser capaces de resolver una situación
concreta y encontrar la solución en un contexto real”, explicó la consejera de
Enseñanza Meritxell Ruiz hace unos días.