23/09/2017
David Johnson
“O navegamos juntos o nos hundimos juntos”
Tengo suficientes años para haber comprobado que la
educación que nos separa para competir obtiene peores resultados que la que
sabe crear equipos para cooperar. Nací en Indiana, pero he enseñado a enseñar
cooperación en todo el mundo. Quien explica aprende. Colaboro con eduCaixa
Lluís Amiguet
Cuando la industria aplicó el taylorismo al empezar el siglo XX en las fábricas Ford...
Y se instalaron las primeras
cadenas de montaje.
...Pensaron que la escuela
moderna también debía ser una línea de profesores que introdujera contenidos
–matemáticas, lengua, historia...– en cada alumno.
Para
formar a otro operario en la cadena.
Pero, con los años, las empresas descubrieron que ese tipo de
trabajo era menos productivo que los equipos bien motivados. Fueron esos
equipos los que crearon los robots que hoy hacen el trabajo que antes condenaba
a la rutina a los obreros de esas líneas.
Todos
cooperaron y todos ganaron.
Pero, en cambio, nuestra educación aún sigue anclada en el
anticuado modelo de cadena de montaje. Hay que aplicarle lo que las empresas ya
han aprendido y es que cuando colaboramos en equipo obtenemos mejores
resultados.
¿Y
si prefieres que tu educación sea individualista y competitiva?
Lo fue en EE.UU. hasta los años 60 y lo que pasó es que llegó el
movimiento hippy y predicó que se abandonara la escuela. Después, la URSS lanzó
el primer cohete al espacio y Eisenhower, preocupado, puso en marcha la
revolución educativa estadounidense: quería resultados en ciencia y
matemáticas. Y rápido.
¿Cómo
los obtuvo?
Cuando vieron que aislar a los estudiantes para que compitieran
empeoraba los resultados, empezaron a hacerles trabajar en equipo y las notas
mejoraron enseguida. Y se forjó la NASA.
A
menudo en el trabajo en equipo sólo uno hace el trabajo.
Porque para trabajar bien en equipo antes hay que haber aprendido.
¿Cómo?
Los equipos educativos no deben ser de más de cuatro personas
iguales en rango y comprometidas con un objetivo común, pero exigiendo a cada
uno responsabilidad por lo que aporta. Cada uno debe promover el éxito del
otro, porque también es el suyo.
Pues
lo que veo cada día entre quienes nos mandan es justo lo contrario.
¡Por eso hay que mejorar la educación para que no sea así! En el
grupo tiene que haber interdependencia, no competitividad, y calibrar a diario
si funciona. Y corregir lo que falle.
Eso
es mucho más que hacer grupos.
Es que cuando se hacen mal, no suman, sino que sólo dividen a los
alumnos. Pero cuando se forman como digo, se logran resultados. A ver: ¿cuántos
rectángulos ve en esta imagen...?
¡Buf!
Es muy pronto y he dormido mal.
Lo importante es que si lo analiza con tres personas más, tardará
la cuarta parte de tiempo en descubrirlo. Las empresas y las mejores escuelas
ya se han dado cuenta.
¿Cómo
lo descubrió usted?
Fui militante de los Derechos Civiles contra el Racismo en el Sur
y me desesperé al ver que, aunque los colegios ya no segregaran oficialmente,
los niños seguían segregados. Me hice psicólogo para descubrir por qué, pero
nadie sabía cómo acabar con el racismo.
¿Dónde
encontró las respuestas?
¿Sabe por qué los sapiens superamos a los neandertales, aunque eran
más altos, más rápidos y tenían un cerebro más grande?
¿...?
Porque nuestra única posibilidad para sobrevivir era cooperar
entre nosotros. Estamos aquí porque nuestros ancestros cooperaron. Los
darwinistas sociales creían que sólo sobrevivía el más fuerte, pero en realidad
los más fuertes son los que colaboran con otros.
¿Y
el racismo?
La ley había cambiado, pero la escuela aún era racista porque
aislaba a los alumnos en su pupitre para que compitieran. La II Guerra Mundial
demostró que un soldado blanco y otro negro luchando en la misma trinchera sólo
sobrevivían cuando uno defendía la espalda del otro.
Más
les valía.
Todos debemos recordar que en esta vida o navegamos juntos o nos
hundimos juntos. Si haces que negros y blancos se enfrenten a los mismos
problemas en el mismo equipo, dejan de ver el color para ver el resultado.
No
sólo es el color lo que nos separa.
También el dinero. Por eso la desigualdad social hace más difícil
el trabajo en equipo en las escuelas y por eso resulta más fácil de aplicar en
los países más justos.
¿Por
qué la educación cooperativa mejora la competitividad?
Porque la colaboración da sentido al aprendizaje. Si te integras
en un grupo de trabajo, aumenta tu atención y dedicación, porque: ¿qué es lo
que más nos interesa a las personas?
¿...?
Las demás personas. En equipo los estudiantes se interesan más por
el aprendizaje. En cambio, en el estudio individual competitivo descienden los
niveles de atención y razonamiento.
¿Por
eso la educación individualista hace triunfar empollones sin habilidad social?
Si hubieran trabajado en equipo, habrían aprendido lo mismo y
además serían mejores líderes y compañeros de equipo.
Pues
la oposición individual sigue siendo el método de selección de funcionarios.
Y es anacrónico, porque tal vez sirviera para la administración
confuciana, pero la economía digital requiere justo lo contrario: trabajo en
red de equipos bien conectados.
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