Evaluando el trabajo de otros
¿#empatía en pantallas?
Autor: Mercedes
Ruiz
Ir al cine, a una sala de cine, con
sus butacas, su oscuridad, su música en potentes altavoces y esa pantalla
enorme que nos hace entrar en mundos sugeridos ¿es una
actividad curricular?
En Francia, decidieron
hace años que sí. En Reino Unido, lo fomentan, desde su British
Film Institute y, desdeEuropa,
recomiendan y actúan con Media
Literacy.
En España,
la evaluación al ver una película en horario escolar tendría muchas y
variopintas derivadas. Sin entrar a debate con en ese cine que se ve, en
cualquier pantalla, porque llueve, porque lo trajo un alumno o alumna o se
descargó, sin más, de la red.
Los Chicos del Coro, esa
película que reponen asiduamente en la televisión, coincidiendo con periodos
vacacionales, marcó un antes y un después en ese “ir al cine”.
Desde
la red social Cero en Conducta profesores
y profesoras nos emocionamos para emocionar a los alumnos y a las alumnas en la
sala de cine y no en la sala de clase. Los cuadros en los museos y el cine
en su peculiar “museo”.
¿Entretenimiento?
¿Pasar el rato? Pues evidentemente sí pero como cuando se supone que tu materia
curricular te emociona al impartirla.
Entonces
¿qué evaluar tras ir a ver una película?
Película
El Olivo. Propiedad: @elolivofilm
Nosotros
lo hacemos con una crítica 3×1. Una crítica que no es la que
habitualmente hacen los críticos de cine, ni en formato “estrellitas” como las
que otorgan las publicaciones especializadas.
Buscamos
que, antes de comenzar a hablar de lo que ha gustado o no, cada espectador o
espectadora de la sala se coloque en la posición de quien va a recibir sus
palabras. Palabras que, según las empleemos, profesorado, alumnado,
familiares…nos ayudan a mejorar o nos hieren cual lanza directa a las entrañas.
Tú,
espectador/a, vas a buscar tres aspectos que te gustan, que destacarías,
que te han llamado positivamente tu atención porque, al hacerlo, estás
mirando tres carencias tuyas, casi sin darte cuenta. Nos solemos fijar en
lo que nos resulta difícil o no nos sentimos muy capaces de acometer o
expresar. Quien recibe una crítica, recibe, con agrado, tres comentarios
favorables hacia su trabajo o, en especial con el cine, al trabajo de todo
un gran equipo que se muestra en los títulos de crédito aunque sea el director
el que “firma” el The end.
Al
terminar esos tres aspectos positivos, sugieres, uno a mejorar. El criticado
percibe, con respeto y humildad, esa sugerencia de mejora porque su capacidad
defensiva ha quedado envuelta en una emoción favorable con los tres aspectos
señalados por el trabajo realizado.
Estamos
rodeados de pantallas, grandes, pequeñas y personales. Nos llegan trabajos
audiovisuales sugeridos o libres de los alumnos y alumnas pero… ¿puede la
emoción 2.0 añadir variables a la evaluación y a esa crítica 3×1? ¿Puede
el contexto emocional acrecentar esa experiencia de aprendizaje? Ir al cine
con abuelos y abuelas, acompañar, en su primera vez, al alumnado infantil desde
el alumnado de cursos superiores dando la mano a su pareja de butaca, ser protagonistas
de una noche de preestreno con alfombra roja, añade variables que inciden en
esa evaluación con empatía en pantallas.
Algunos
recursos interesantes para consultar:
•
O Apóstolo
abrió un formulario y alumnos y alumnas decidieron compartir en red esas
críticas
•
Quizás,
visitar este enlace
te transporte a otras maneras de evaluar sin calificar para emocionar-nos.
Mercedes Ruiz Casas es maestra y
psicopedagoga jubilada. Impulsa sueños de cine y educación junto a
una TRIBU 2.0.
Coordinadora de la red social Cero en Conducta.
Apasionada por la robótica
educativa.
Imagen de Cabecera. Red social Cero en Conducta. Autorizada
por la autora: Mercedes Ruiz Casas
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