22 de juliol 2017

Evaluando el trabajo de otros ¿#empatía en pantallas?

Autor: Mercedes Ruiz 
Ir al cine, a una sala de cine, con sus butacas, su oscuridad, su música en potentes altavoces y esa pantalla enorme que nos hace entrar en mundos sugeridos ¿es una actividad curricular?
En Francia, decidieron hace años que sí. En Reino Unido, lo fomentan, desde su British Film Institute y, desdeEuropa, recomiendan y actúan con Media Literacy.




En España, la evaluación al ver una película en horario escolar tendría muchas y variopintas derivadas. Sin entrar a debate con en ese cine que se ve, en cualquier pantalla, porque llueve, porque lo trajo un alumno o alumna o se descargó, sin más, de la red.
Los Chicos del Coro, esa película que reponen asiduamente en la televisión, coincidiendo con periodos vacacionales, marcó un antes y un después en ese “ir al cine”.
Desde la red social Cero en Conducta profesores y profesoras nos emocionamos para emocionar a los alumnos y a las alumnas en la sala de cine y no en la sala de clase. Los cuadros en los museos y el cine en su peculiar “museo”.
¿Entretenimiento? ¿Pasar el rato? Pues evidentemente sí pero como cuando se supone que tu materia curricular te emociona al impartirla.
Entonces ¿qué evaluar tras ir a ver una película?
Película El Olivo. Propiedad: @elolivofilm
Nosotros lo hacemos con una crítica 3×1. Una crítica que no es la que habitualmente hacen los críticos de cine, ni en formato “estrellitas” como las que otorgan las publicaciones especializadas.
Buscamos que, antes de comenzar a hablar de lo que ha gustado o no, cada espectador o espectadora de la sala se coloque en la posición de quien va a recibir sus palabras. Palabras que, según las empleemos, profesorado, alumnado, familiares…nos ayudan a mejorar o nos hieren cual lanza directa a las entrañas.
Tú, espectador/a, vas a buscar tres aspectos que te gustan, que destacarías, que te han llamado positivamente tu atención porque, al hacerlo, estás mirando tres carencias tuyas, casi sin darte cuenta. Nos solemos fijar en lo que nos resulta difícil o no nos sentimos muy capaces de acometer o expresar. Quien recibe una crítica, recibe, con agrado, tres comentarios favorables hacia su trabajo o, en especial con el cine, al trabajo de todo un gran equipo que se muestra en los títulos de crédito aunque sea el director el que “firma” el The end.
Al terminar esos tres aspectos positivos, sugieres, uno a mejorar. El criticado percibe, con respeto y humildad, esa sugerencia de mejora porque su capacidad defensiva ha quedado envuelta en una emoción favorable con los tres aspectos señalados por el trabajo realizado.
Estamos rodeados de pantallas, grandes, pequeñas y personales. Nos llegan trabajos audiovisuales sugeridos o libres de los alumnos y alumnas pero… ¿puede la emoción 2.0 añadir variables a la evaluación y a esa crítica 3×1? ¿Puede el contexto emocional acrecentar esa experiencia de aprendizaje? Ir al cine con abuelos y abuelas, acompañar, en su primera vez, al alumnado infantil desde el alumnado de cursos superiores dando la mano a su pareja de butaca, ser protagonistas de una noche de preestreno con alfombra roja, añade variables que inciden en esa evaluación con empatía en pantallas.
Algunos recursos interesantes para consultar:
   El Olivo
   O Apóstolo abrió un formulario y alumnos y alumnas decidieron compartir en red esas críticas
   Quizás, visitar este enlace te transporte a otras maneras de evaluar sin calificar para emocionar-nos.
Mercedes Ruiz Casas es maestra y psicopedagoga jubilada. Impulsa sueños de cine y educación junto a una TRIBU 2.0. Coordinadora de la red social Cero en Conducta. Apasionada por la robótica educativa.
Imagen de Cabecera. Red social Cero en Conducta. Autorizada por la autora: Mercedes Ruiz Casas

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